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La iluminación con LED daña la retina
La luz producida por los LED es fototóxica y mata la células de la
retina. Considerando
que la retina es esencial para la visión, el riesgo es significativo, y el uso de iluminación LED requiere protección ocular.
Los LED son peligrosos para
el ojo humano, basta mirar fijamente un LED durante unos segundos para
descubrir que es demasiado agresivo para la vista. En diversas ocasiones hemos
advertido de la nocividad de la iluminación mediante LED (diodos emisores de luz), esto lo sabemos hace años por observaciones
clínicas. Hemos recibido muchas consultas, especialmente de sujetos
electrosensibles, que refieren molestias visuales con solo unos minutos de
exposición directa a la luz de un LED.
Ya en 2010 la
Agencia
Nacional de Seguridad Alimentaria, el Medio Ambiente y Trabajo (ANSES) de Francia, afirmaba
que la luz que emiten los LED supone un riesgo para la retina. Para obtener luz
blanca se usa el acoplamiento de un LED azul a un fósforo amarillo. Esta luz azul representa riesgos evidentes para la
retina, más sensible a la luz azul-violeta, los diferentes pigmentos en sus
células puede inducir una reacción que origina lesiones por estrés oxidativo.
Este riesgo fotoquímico "resulta generalmente de exposiciones poco intensas repetidas en
largos períodos", sin filtro, según la agencia. Destacamos que los
niños "son particularmente sensibles
a este riesgo, en la medida que su cristalino está en desarrollo y no puede
asegurar su papel eficaz de filtro de la luz”, dijo la agencia de salud
francesa.
Nuevos
estudios científicos alertan de que la exposición continuada a la luz de LED daña a las
células de la retina. La investigación de la profesora Celia Sánchez-Ramos en la Escuela
Universitaria de Óptica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), con más
de 100 investigadores, ha sido financiada por la Fundación MAPFRE, y confirma
que la luz de LED presenta algunos riesgos para la salud que deben ser tenidos
en cuenta.
Daño para la vista
Ahora hay otra evidencia
científica de que los LED son peligrosos para la vista, en este caso una
experiencia de laboratorio “in vitro”. La investigación de UCM-MAPFRE concluye
que la iluminación con LED tiene efectos nocivos para las células del epitelio
pigmentario de la retina.
“Los experimentos han demostrado que la
exposición a la luz aumenta el porcentaje de muerte celular inducida por la luz
para todas las fuentes de luz LED. Especialmente en las células expuestas a luz
azul y blanca, en las que se produjo un aumento de la muerte celular respecto
al control del 92% y 94% respectivamente”
Estamos hablando de
incremento de la “apoptosis”, o sea muerte celular producida por la exposición
directa a la luz de LED. El epitelio pigmentario de la retina es una fina capa
de células hexagonales esencial para el proceso visual, su alteración conduce a
la degeneración retiniana, la disminución de la función visual e incluso la
ceguera.
Debemos
evitar mirar directamente un foco de luz, en especial los LED. “Los ojos no están hechos para ver o mirar la
luz, están hechos para mirar con luz”, ha concluido Sánchez Ramos, cuya
investigación sobre daños oculares causados por los LED está causando una
alarma social.
Este
daño a la retina es solo uno de los efectos ópticos nocivos, se habla también
de incremento del riesgo de degeneración macular, una patología ligada a la
edad, según la agencia de salud francesa. Tampoco hay apenas investigación
sobre otros aspectos muy significativos para la vista, la glándula pineal y el
sistema neurológico.
Tampoco
se habla de las emisiones electromagnéticas, pues los diodos
electroluminiscentes solo funcionan con corriente continua con voltaje de
1,5-3,8 V, y con intensidades de 10-40 mA. La alimentación eléctrica exige
transformadores-rectificadores (igual que en una lámpara halógena), que deben
estar muy cerca de la lámpara, con la consiguiente pérdida energética, emisión
de calor y contaminación electromagnética para el usuario.
El riesgo
sanitario es significativo, porque el uso de fuentes de luz basada en LED crece
de modo exponencial en iluminación ambiental y en dispositivos habituales. La iluminación mediante LED
se usa en las pantallas de visualización como smarphones, tabletas,
ordenadores, televisores, pizarras digitales y agendas, entre otros. Además los LED se están
implantando en iluminación general en casa y en el trabajo, faros de
automóviles, semáforos, etc. Esto representa un riesgo sanitario incalculable,
especialmente para los ojos de los niños, como ya alertaba la agencia de salud
francesa (ANSES).
Falta
investigación
Hace años que nos preocupa el riesgo sanitario de las
tecnologías de iluminación basadas en LED, y su rápida implantación comercial
sin un estudio de impacto ambiental puede significar un riesgo significativo.
La agencia francesa ha evaluado los
diodos luminosos disponibles en el mercado, y ha encontrado tres tipos que
presentan un riesgo de nivel 2 (riesgo moderado). Se teme que con el aumento de
potencia y brillo de los nuevos LED blanco y azules, este riesgo se incremente.
Desde el punto de vista del usuario,
consideramos que el mayor riesgo de los LED es óptico, en primer lugar debido a
que el haz luminoso es muy direccional, focalizado, lo que significa una fuerte
agresión a la retina, que resulta molesta y nociva a corto plazo.
Además la gran luminancia del foco LED
tiene efectos deslumbrantes, pues se concentra toda la emisión de luz en un
pequeño foco puntual. Este efecto ya se manifiesta como molesto en las lámparas
halógenas, pues todo el brillo de concentra en un foco de 50 mm de diámetro,
pero en el LED es más agresivo, resultando perturbador para la retina por ser
mucho más pequeño el foco luminoso (1-2 mm2). Las nuevas luminarias LED
pueden alcanzar intensidades de luz hasta 1000 veces mayor que la iluminación
clásica, lo que genera riesgo de deslumbramiento, según ANSES. Por ejemplo, la Comisión
Internacional de Protección contra la Radiación No Ionizante (ICNIRP), sugiere
no mirar directamente hacia el una pantalla iluminada con LED, como el
negatoscopio, por más de 100 segundos.
Sabemos que el
punto de luz es la peor forma de iluminar para el ojo pues crea estrés, fatiga
ocular, daño retiniano, etc. En iluminación biológica se usan grandes áreas de
luz blanca uniforme, preferentemente con luz indirecta, imitando la luz diurna del cielo velado.
Consideramos que falta mucha
investigación, pues la luz LED puede resultar nociva para los ojos y para el
sistema neurológico solamente por ser una luz monocromática, lo que es
antinatural. Cada diodo emite toda la energía en una banda discreta muy
estrecha (pico monocromático), y nada en el resto del espectro. Habría que
valorar como nos afecta a largo plazo la ausencia de frecuencias de color, y el
exceso de potencia luminosa emitido en unas estrechas frecuencias.
La luz de LED es muy diferente de la
luz blanca del día, esta tiene el espectro solar completo (fullspectrum 5.400
ºK), con emisión continua en los siete colores del arco iris, como la emitida
por el sol. Con los LED se ha logrado cierta apariencia de luz blanca,
mezclando colores puros complementarios (amarillo+azul). El resultado es una
luz blanquecina, llamada “luz de luna”.
Es una luz que engaña al ojo, parece
blanca, pero cansa la vista y daña el sistema nervioso, además tiene muy mala
reproducción cromática, como puede testimoniar cualquier fotógrafo, o experto
en textil. Consecuentemente, no es aconsejable usar luz de LED como iluminación
general, pues se ha observado que crea fatiga visual y daño ocular a corto
plazo.
Debe considerarse que en la
investigación de UCM las células de epitelio fueron expuestas a la luz LED sólo
durante tres ciclos de 24 horas, o sea tres días. Obviamente este experimento
no permite inferir el daño que puede significar la exposición a dosis bajas de
iluminación LED de modo habitual durante años. A medio y largo plazo la
invasión de sistemas basados en LED puede tener efectos devastadores en el ojo
y otros daños en el sistema neurológico.
¿Son
ecológicos los LED?
Es cierto que ahorran
energía y tienen vida más larga que las clásicas bombillas incandescentes, pero
desde luego los LED no son tan ecológicos como se pretende vender. Los LED se
proponen como alternativa ecológica a la iluminación incandescente, las
clásicas bombillas de toda la vida, que según la directiva europea EuP (2005/32/CE), dejarán de fabricarse entre 2009
y 2016.
Para valorar el impacto ambiental de los LED debemos
considerar con visión holística los aspectos ecológicos en todo el ciclo de
vida del producto, esto comprende analizar muchos puntos de vista, económicos,
energéticos y electromagnéticos, además de los denunciados efectos ópticos de
la luz, la parte visible del espectro electromagnético.
El primer problema que aparece es su
alto precio, los LED son caros, pues se han convertido en objeto de diseño, que
se ha puesto de moda con potentes campañas de promoción. Las lámparas LED son caras, algunas carísimas,
esto hace muy dudosa su amortización en base al ahorro de energía, pues se
exagera su vida
útil y su rendimiento energético.
El principal argumento de venta es la
gran duración de la lámpara LED, y en eso también hay exceso de promesas.
Primero se hablaba de más de 100.000 horas, hoy según los modelos prometen una
vida útil entre 10.000 y 30.000 horas y como máximo 50.000 horas los LED de
baja potencia, y estas aún queda esperar que algún LED las cumpla realmente.
Como comparación las lámparas fluorescentes (tipo CFLs de cátodo frío)
garantizan 50.000 horas.
Respecto al bajo consumo, con gran
ahorro energético, el diodo tiene ventaja frente a la lámpara incandescente convencional,
que consume 5 veces más. Pero un tubo fluorescente de última generación tiene
un rendimiento lumínico mayor que 100 lumen por watio, que solo alcanzan los
mejores LED. Por otro lado si la luz de LED debe ser filtrada, o indirecta,
para evitar el daño ocular de la luz directa, se pierde del 30 al 50% de la luz
emitida por el diodo.
Los LED usan
tecnología de semiconductores con metales raros. Debemos valorar el impacto nocivo sobre el medio natural causados por la minería,
metalurgia, fabricación y procesamiento de residuos de los componentes, muchos
de ellos metálicos, usados en los diodos
luminosos
(arsénico, indio, galio, germanio, selenio, fósforo, plomo, cobre, níquel,
plata, etc.). Especialmente
el galio y el indio son dos metales muy raros a escala planetaria, claves para
fabricación de LED, células fotovoltaicas, fibra óptica, pantallas de cristal
líquido o pantallas táctiles.
Ya en 2010 la Universidad de
California, UC-Irvine, alertaba del impacto ambiental de los componentes
metálicos de la tecnología LED, con una docena de substancias peligrosas y
riesgo de toxicidad. De acuerdo a la normativa federal los LED superan el
contenido permitido de metales pesados como cobre, plomo y níquel, además del
riesgo bien conocido del arsénico, según el estudio publicado en la revista
Environmental Science and Technology.
El plomo es
una neurotoxina bien conocida. Estos riesgos están en productos tan comunes
como faros de coches, luces de freno, semáforos o iluminación navideña, al
alcance de los niños. Por ejemplo, en luces de faros el estudio de UC-Irvine
encuentra ocho veces la cantidad de plomo (Pb) permitida en California.
Si consideramos la salud, además de los
riesgos oculares mencionados, debe valorarse su toxicidad ambiental y
farmacológica. Por ejemplo, el riesgo del arseniuro de galio (AGA), que ha
resultado ser tóxico para los animales. La toxicidad crónica y aguda del arseniuro de galio causa problemas en lo riñones, pulmones y
órganos reproductivos de animales según A. Tanaka, autor de un estudio
publicado en "Toxicology and Applied Pharmacology".
Con otro enfoque, investigadores de cuatro departamentos de la Universitat de
València han elaborado un informe para advertir de la contaminación lumínica
generada por el alumbrado público de LED blancos. Este nuevo tipo de
iluminación de ahorro energético, incrementa la polución por luz y genera
efectos nocivos sobre la biodiversidad, la salud humana y la observación
astronómica, polucionando el cielo nocturno.
Y aún queda valorar el impacto nocivo, y el
coste económico, de la eliminación de residuos de alto impacto ambiental, de
cientos de millones de LED con alto contenido de metales pesados tóxicos para
la salud y para el ecosistema.
La conclusión es que los LED no son tan
ecológicos, y requieren ser tratados como residuos peligrosos. Algo que nos
oculta la publicidad de venta de LED, que los presenta como inocuos, por no
contener mercurio.
Protección de la radiación LED
La conclusión del estudio de
la Complutense es que “la iluminación LED
es fantástica siempre que haya protección”. Consecuentemente, el grupo de
trabajo ha creado la primera lámina protectora de la radiación LED, patentada
como Reticare, para proteger la retina de los efectos nocivos de los LED en
dispositivos de mano como teléfonos móviles y tabletas.
Como venimos
recomendando en bioconstrucción, el uso de LED como iluminación general está
totalmente desaconsejado, y debe evitarse siempre la visión directa de la
fuente de luz LED, para evitar el impacto ocular.
Nos preocupa especialmente la
proliferación de dispositivos con LED en manos de los niños, muy cerca de los
ojos durante horas. Y nos referimos a tabletas, videoconsolas, ordenadores o
smartphones. Debido a los nuevos hábitos de consumo se trata de una exposición
de larga duración, crónica y habitual, que en los menores significa un
incremento de riesgo que debe investigarse y prevenirse.
Por eso recomendamos minimizar el uso
de dispositivos con LED, especialmente las luminarias ricas en color azul, en
el entorno de los niños. Debemos evitar los LED totalmente en dormitorios
infantiles, guarderías, escuelas y maternidades, así como prohibir los LED en
los juguetes infantiles, especialmente los diodos azules de alto brillo, como
recomienda ANSES.
Para uso general debemos exigir una
iluminación biológica, porque en ausencia de la luz natural del sol, que sería
lo deseable, necesitamos una luz artificial que sea lo más parecida posible a
la luz solar, con todas las frecuencias de luz del arco iris.
Etiquetado
de riesgo
La agencia de salud francesa pedía a los fabricantes
en 2010 proceder rápidamente al etiquetado de los diodos según su grado de
riesgo, y poner en el mercado LED de baja intensidad, y sin riesgo para la
salud, para que el usuario pueda tomar precauciones.
La tecnología
LED aún está en pañales, de momento es un juguete peligroso, y debe
probarse su inocuidad. Como toda tecnología innovadora deberemos esperar el
desarrollo de nuevos LED que eliminen los metales tóxicos, que realmente emitan
el espectro solar completo, y que eviten los impactos sanitarios y
medioambientales que hemos señalado. © Carlos Martínez Requejo. Domobiotik.
Ene.14.
Borrador del artículo publicado en DISCOVERY
SALUD Nº 167 - ENE14
VER = www.dsalud.com/index.php?pagina=sumario_167
Palabras clave = LED, fototóxico, retina, metales
raros, neurotoxina, fullspectrum.
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SERÍA BUENO QUE LOS COMERCIANTES Y A QUIENES LES INTERESA USAR ÉSTE TIPO DE LUZ TENGAN UN AMPLIO CONOCIMIENTO DE LAS CONSECUENCIAS DE SU USO
ResponderEliminarLos focos Fluorescentes, dañan exponencialmente mucho mas que los LED, de hecho, desde que se implemento su uso en los planteles escolares hace mas de 20 años, el uso de lentes en los niños se triplico debido al uso de los focos ahorradores.
ResponderEliminarLa ANSES https://www.anses.fr/en/content/led-%E2%80%93-light-emitting-diodes YA certifico los LED que se usan para iluminar espacios, mas no los que se usan en los dispositivos móviles como celulares, tablets y pantallas. Son totalmente diferents aplicaciones, es muy importante saber diferenciar las aplicaciones, los tipos de LED y su antiguedad. Tengamos en consideración que los LED no son ni funcionan como focos convencionales, son dispositivos electrónicos que generan luz, de ahi se deriva su costo, pero también su alta eficiencia, y su rápida evolución.
Gracias!
Eliminargracias por esta información
ResponderEliminarUMMMM nose he visto esto hace mucho tiempo pero en estos tiempos todo hace daño, hay que saber utilizar la iluminacion y evitar el deslumbramiento, este es u articulo sobre ello
ResponderEliminarhttp://electricaplicada.com/efectos-nosivos-la-luz-led-la-salud-american-medical-association/
Gaciiias por el connteniddo!
ResponderEliminarEl artículo me parece muy interesante. ¿Pero este estudio está comprobado en algún sitio? O, aun se están haciendo pruebas!!
ResponderEliminarHe citado las investigaciones de la Escuela Universitaria de Óptica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), así como la Agencia Nacional de Seguridad Alimentaria, el Medio Ambiente y Trabajo (ANSES) de Francia, que indican que los LED son una LUZ TÓXICA.
EliminarMagnifico articulo! Un fuerte saludo
ResponderEliminarSi nos dejas tu contacto te damos información
ResponderEliminarRosa, escríbenos a info arroba domobiotik punto es
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