PELIGRO BAJO NUESTROS PIES
¿Línea soterrada o apantallada? this is the question
¿Línea soterrada o apantallada? this is the question
Un despacho de arquitectura nos consulta sobre el posible impacto ambiental de una Línea de Alta Tensión de 66.000 V, que atraviesa diagonalmente la parcela de unos 40.000 m2, en Estepona, donde se proyecta una preciosa urbanización residencial.
Al igual que con otro cliente afectado en
Granada, la propuesta de Sevillana-Endesa es el soterramiento de la línea
eléctrica a pagar por el promotor. La línea discurrirá enterrada por el eje de
los viales, pues la normativa prohibe que la alta tensión circule bajo las
viviendas. En la práctica veremos que este soterramiento cumple la normativa
legal vigente, pero no resuelve el problema de la electroplución en las
viviendas.
LAT 110 kV Valldoreix (BCN) actualmente soterrada
En 2001 las obras para soterrar las líneas
de Alta Tensión en el Besós (Barcelona), se presentaron políticamente como una
gran mejora ambiental y el cauce del río por donde discurrían varias Líneas de
Alta Tensión se transformó en un bonito parque fluvial.
Como en tantas auditorías en Valldoreix, Sant Boi de
Llobregat, Cardedeu, Cartagena, Granada, ahora en Estepona, o en cualquier
entorno urbanizado, enterrar la línea de A.T. puede ser la política del
avestruz.
Con el soterramiento escondemos el peligro visible, las
torres de alta tensión, con un efecto estético y paisajístico, pero puede ser
muy peligroso si no se respetan pasillos de seguridad, por lo que creo
necesario alguna puntualización técnica referente a las Líneas de Alta Tensión
soterradas.
En
cables aéreos la distancia a las personas es de decenas de metros de altura,
pero al estar enterrados los cables aproximadamente a un metro de profundidad,
según el soterramiento estándar de Endesa, los campos eléctricos quedan
eliminados (se derivan a tierra), pero los campos electromagnéticos, que
atraviesan todos los materiales, son mucho más intensos por la proximidad a las
personas.
Dado
que en el Besós el uso del terreno recuperado será lúdico y recreativo, un
parque fluvial, es de suponer la presencia de niños, bebés y embarazadas a ras
del suelo, y ellos son un público de alto riesgo, potencialmente hipersensible.
En el caso de urbanización de Estepona se produce una
afectación significativa por los campos magnéticos de un tercio del terreno
urbanizable, afectado a calzadas, jardines y viviendas. Esto significa un
riesgo mayor para a la salud de las personas pues se trata de residencia
permanente, lo que pone en peligro la viabilidad de la promoción de viviendas.
Peligro bajo nuestros pies
En
Valldoreix (Barcelona), en nuestra inspección de 2003 la línea aérea
Rubí-Collblanc de 110 KV con cables a 10 metros de altura producía un campo
magnético a nivel del suelo, de 1 microtesla (10 miligauss). Esto afectaba
seriamente a la guardería infantil, y fué el motivo del proyecto de
soterramiento a nuestras instancias.
En 2017 esa misma línea está enterrada a solo un metro bajo
en suelo, e incrementa exponencialmente el campo hasta 5 µT (50 mG), lo
que es muy peligroso para nuestra clienta que pretendía construir una casa unifamiliar
en la Avinguda Baixador (Valldoreix).
Como
se puede ver, ocultar el problema (enterrar la línea), no soluciona el problema
(la radiación nociva), ya que el campo magnético no se atenúa al enterrarla,
sino que se incrementa inversamente al cuadrado de la distancia (xD2).
De este modo el campo electromagnético no se ve, ni se
siente (white polution), hasta diez o veinte años después (efecto a largo
plazo), por lo tanto nadie protesta, y todo arreglado, un nuevo solar para la
especulación urbanística y más votos.
Si
no se crean pasillos de seguridad a cada lado de la línea de A.T donde
esté excluida toda presencia humana, una zona vallada no pisable (como una autopista),
el riesgo sanitario puede incrementarse de manera importante.
El ancho mínimo del pasillo, según el Informe Karolinska,
debe ser de un metro por cada mil voltios (1 kV), o sea que con un tendido
eléctrico de 220.000 V, deberá excluirse la presencia humana en una franja de
220 m a cada lado de la Línea de Alta Tensión.
Ya
en 2007 la OMS reconoce los campos electromagnéticos de baja frecuencia como
probable carcinógeno humano, pues considera que un campo magnético mayor de 0,3
µT (3 mG), puede incrementar el riesgo de patologías degenerativas más del
300%, especialmente leucemia infantil y cáncer.
Según las más avanzados estudios científicos se considera
como “umbral biológico” un campo menor que 20 nanoteslas (0,02 µT–0,2 mG), por
debajo del cual no se observan efectos biológicos indeseados, según recomienda
la norma SBM-2015 (IBN), de referencia en bioconstrucción.
En
el cuadro siguiente se muestra la enorme diferencia entre las diversas
normativas y recomendaciones internacionales, lo que es un riesgo para la salud
pública.
CAMPOS
MAGNÉTICOS ALTERNOS (bajas frecuencias)
µT
|
nT
|
mG
|
Referencias
|
microtesla
|
nanotesla
|
miligauss
|
Normativas
y recomendaciones
|
100
|
100.000
|
1.000
|
Real Decreto 1006/2001. UNE – 16501.
ICNIRP.
|
20
|
20.000
|
200
|
Congreso US/EPA.
|
10
|
10.000
|
100
|
Rusia 2004.
|
1
|
1.000
|
10
|
Buwal Suiza 1999. Italia 2000.
|
0,40
|
400
|
4
|
Recomendación OMS/IARC 2007.
|
0,20
|
200
|
2
|
Norma Swedac. Karolinska Inst. 1993.
|
0,15
|
150
|
1,5
|
Límite de reversibilidad F. Franco 2000.
|
0,10
|
100
|
1
|
BioInitiative. Report 2007.
|
0,02
|
20
|
0.2
|
SBM-2015*
|
*) Nos referimos a la NORMA TÉCNICA DE MEDICIÓN EN BAUBIOLOGIE, Standard SMB-2015, desarrollado
por el Institut für
Baubiologie+Nachhaltigkeit – IBN, de
Neubeuern (Germany), que en su preámbulo dice:
Los valores
indicativos en baubiologie son
unos valores de precaución. Se refieren a las zonas de descanso y de sueño, el período de regeneración
particularmente sensible del hombre, y al riesgo derivado a largo plazo.
Como podemos
observar, por debajo de 20 nT (0,2 mG) se considera un umbral seguro pues no se
observan riesgos sanitarios significativos. Para prevenir efectos nocivos a
medio y largo plazo el valor deseable en el interior de una vivienda debe ser
CERO.
Es
evidente que el soterramiento estándar de Endesa es claramente insuficiente,
carece de ningún tipo de protección electromagnética, pues generalmente se
disponen las ternas con los tres cables paralelos, cada uno dentro de un tubo
de polietileno.
La llamada
compactación de línea, los cables especiales, como las disposiciones
geométricas de las ternas, atenúan de modo insuficiente la emisión de campo
magnético, como pudimos presenciar en el "experimento" montado por
Fecsa-Endesa en la Escuela de Ingenieros Industriales de la UPC de Barcelona.
Hace falta
un eficaz apantallado magnético del cableado subterráneo, con materiales
de alta permeablidad magnética, que logren una atenuación significativa del
campo magnético.
El
apantallado electromagnético fue altamente eficiente en el caso de Granada, realizado
en 2010, donde estaba en juego la salud con una niña de 5
años, afectada de linfoma. Se obtiene
una atenuación del campo magnético mayor del 75%, con una reducción
significativa dentro de la casa situada a unos 25 metros. Este apantallado tuvo
un coste razonable, que incrementó del orden de un 15% el presupuesto total del
soterramiento de la Línea de Alta Tensión de 132 kV.
En el mercado internacional disponemos de sistemas de
apantallado que pueden alcanzar una atenuación efectiva del 95% e incluso más
del 98% del campo magnético. Su alto coste solo se justifica en casos
excepcionales, como en los centros sanitarios (bebés, embarazadas, etc.), donde
el sistema inmunitario de los enfermos puede estar debilitado.
La
red de alta tensión está bajo las aceras en todas las ciudades, como en la
calle Santaló de Barcelona, donde caminamos inadvertidamente sobre los
conductores eléctricos ignorando los campos electromagnéticos de muchos
microTeslas apenas a setenta centímetros bajo nuestros pies. Esto conlleva
graves efectos neurológicos, inmunitarios, y potencialmente cancerígenos a
largo plazo.
Y no hace falta que sean líneas de alta tensión, por
ejemplo en Santa Perpetua de la Mogoda mi clienta pierde a su marido por
cáncer. Casualmente viven en una planta baja, y los cables de distribución de baja
tensión (380 V) están enterrados bajo la acera a medio metro de la ventana de
su dormitorio generando un campo magnético de 1,5 µT (15 mG) a nivel del suelo.
Por un azar del destino, el hombre dormía en el lado de la ventana, con un campo
magnético casi el doble que la mujer, que le sobrevivió.
La
realidad es que la mitad de las aceras de pueblos y ciudades ocultan al menos
una línea de baja tensión de 380 V, y muchas de ellas son líneas de alta
tensión de 110 kV o de 220 kV, sin que exista una señalización de peligro, ni
la población está informada del riesgo de los campos magnéticos soterrados.
Política del avestruz
Con
frecuencia, como ocurre en Sant Jordi de Cercs o Sant Boi de Llobregat, con
centros escolares afectados, la operación de soterrar líneas responde a
intereses políticos, estratégicos o especulativos (liberar o recalificar
terrenos), y sería bueno saber quién va a pagar la factura de la línea
enterrada, porque puede ser que no sea la compañía eléctrica, sino el ciudadano.
Evidentemente
el soterramiento de las líneas eléctricas favorece el enfoque de los
conservacionistas, esos falsos ecologistas de visión parcial, que solo se
preocupan de las águilas y las cigüeñas muertas, pero no de los ancianos o de
los bebés, y por supuesto la línea eléctrica soterrada contenta a esos
urbanistas que solo valoran el “skyline” y la belleza del paisaje.
Usando
un lenguaje crudo y quizás extremista, pero literal, podría calificarse de
genocidio la actual política de seguridad sanitaria en el sector eléctrico.
Pues la electropolución puede afectar, a largo plazo, al potencial genético de
toda la población y reduce la eficacia del sistema inmunitario, de manera
permanente e indiscriminada. Podemos afirmar que las líneas eléctricas soterradas
son uno de los factores ocultos del incremento de enfermedades
degenerativas.
©
Carlos Martínez Requejo, 2018.
Como puede ser que la OMS considere que una exposición mayor a 0.3 uT es perjudicial para la salud, cuando solo el campo magnetico terrestre tiene un valor comprendido entre los 25 y 65 uT.
ResponderEliminar¿No es muy raro?
El campo geomagnético terrestre es un campo magnético continuo, al que estamos adaptados biológicamente por milenios.
ResponderEliminarEl campo electromagnético de una linea de alta tensión es un campo magnético alterno de 50 Hz, que oscila 50 veces por segundo.
De hecho hay normativas que consideran peligroso un campo magnético mayor de 20 nanoTeslas, o sea 0,02 microTeslas (según SBM-2015).
Muy buena respuesta y caso omiso o falta de reconocimiento y humildad de la prinara parte.
ResponderEliminar