Recuperando los Derechos Vitales
Diez años después del 15-M
En mayo de 2011 el “movimiento de los indignados” llenó las calles y plazas con gritos contra una “casta” de corruptos, como reacción ante la crisis económica del 2008.
Diez años después ni el movimiento 15-M, sin duda el mayor experimento de democracia directa jamás vivido en España, ni los partidos que surgieron de la indignación ciudadana de la Puerta del Sol, han cambiado la realidad cotidiana.
De sus principales demandas: reforma laboral, paro y contratos precarios, desahucios o dación en pago, ley electoral con listas abiertas, banca estatal, justicia fiscal y privilegios de los políticos… ninguna ha sido resuelta diez años después.
Desde las mareas y confluencias, nacen nuevos partidos y plataformas como Juventud Sin Futuro, Anticapitalistas, Comunes, ATTAC, Podemos, Ciudadanos… hasta Vox y Más País, que presentan una alternativa al bipartidismo PP-PSOE.
Pero ni el “país real”, ni el “país oficial” se preocupan del cumplimiento de los Derechos Fundamentales, recogidos en la Constitución Español: vivienda, trabajo, educación, salud… ni mucho menos consideran los Derechos Vitales que proponemos desde Domosalud.
El Movimiento 15-M olvida que es más esencial un agricultor que un ingeniero o un economista, al campesino lo necesitas tres veces diarias, a los otros quizás solo una vez al año.
El problema es que todas esas acampadas son chicos de ciudad de clase media urbana, y los promotores son profesores universitarios, con una visión ciudadana que vive de espaldas a la naturaleza, ignorando a la Madre Tierra Gaia.
Por eso diez años después, tiene plena vigencia el llamamiento FLUIR CON GAIA / Recuperando los Derechos Vitales, dentro del Programa de Otoño de la “Universitat Holística” en Arcadia, durante el curso 2011-2012, texto que reproduzco íntegramente a continuación.
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FLUIR CON GAIA
Recuperando los Derechos Vitales
Programa de Otoño de la “Universitat Holística”
La propuesta de “Fluir con Gaia” surge como una respuesta visceral al llamamiento de los indignados del 15-M, que sigue la llamada de alerta de los maestros Ernesto Sábato, con su llamada a la Resistencia, y Stéphane Hessel que nos grita ¡Indignáos! Tristemente Sábato que se nos murió sin darnos la clave, y Hessel no nos define la causa de la injusticia.
Es evidente que la clave es eliminar el Patriarcado, origen de todos los males, que rige en el planeta desde el ocaso de la Diosa, hace casi 3.000 años. Capitalismo, imperialismo, totalitarismo, fascismo, nazismo, racismo, clasismo, machismo… son todos hijos de un concepto del mundo que empieza por sojuzgar al débil, dando el poder a las élites, y termina por destruir la Naturaleza, olvidando que la Tierra es nuestra Madre.
Si queremos evitar un final apocalíptico para el planeta, es hora ya de proponer una “visión ecológica” del mundo, y debe ser necesariamente una “visión femenina” del mundo. Un modelo de sociedad en armonía con la Naturaleza, donde la cooperación sea antes que la competencia, donde la creatividad elimine la rutina mental, donde la sintropía creadora de vida venza a la entropía… donde el amor supere al temor.
En la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Hessel y sus amigos ignoran a la Naturaleza, y se olvidaron de incluir el derecho fundamental a los Cuatro Elementos platónicos. Con lenguaje de hoy hablaríamos de “tierra sana”, “agua potable”, “aire puro”, “energía libre”, y nos olvidamos del Quinto Elemento.
Llamado Éter, y simbolizado con el dodecaedro, es el Akasha, el espíritu. El Alma del Mundo, que surge del Caos, es la fuerza vital, o Quintaesencia. Espacio, cosmos, universo, multiverso, infinito. Hoy la nombraríamos como materia oscura, energía oscura, el Vacío…
Con el grito de FLUIR CON GAIA, declaramos los Derechos Vitales, los Cinco Elementos Tierra, Agua, Aire, Fuego y Éter, como derechos básicos, preexistencia y fundamento de cualquiera de los derechos humanos, porque sin los Cinco Elementos no se puede hablar siquiera de Humanidad.
Proponemos recuperar los Derechos Vitales a los que hemos renunciado siglo tras siglo, decimos que el sistema nos los ha robado, y que ni siquiera reclamamos en las plazas del 15-M, porque no somos conscientes de que nos faltan.
Exigimos “tierra sana”, “agua potable”, “aire puro”, “energía libre” y “pensamiento libre”, en todas sus dimensiones, para lograr ser la Humanidad que podemos ser, en armonía y comunión la Madre Tierra, fluyendo con Gaia.
© Carlos M. Requejo - Domobiotik 2011 - carlos@domobiotik.es
Indignado desde Mayo del 68
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En ese espacio de encuentro que fue el movimiento 15-M vemos un discurso urbanitas que ignora la naturaleza, y todo lo fundamental para la supervivencia, como permacultura, bioconstrucción, nutrición biológica, medicina natural, salud ambiental… o ecología.
Por ello proponemos recuperar los Derechos Vitales, que no reclamamos hace 10 años en las acampadas de la Puerta del Sol o en la Plaza de Cataluña, porque ni siquiera éramos conscientes de que nos faltaban.
Al final vemos que el origen de todos los males se debe al “déficit de naturaleza”, que denunciaba Richard Louv, y descubrimos que la salud es algo natural y la enfermedad es un invento del hombre moderno y su modo de vida anti-natura.
Debemos detener el consumo enloquecido de ciencia y tecnología y resistir, hacer más humano este mundo usando la intuición y recuperando el silencio. Debemos tomar conciencia de que la casa, la arquitectura, la ciudad… en conjunto nuestro hábitat, es el factor de salud más determinante, algo que siempre queda olvidado, pues no está en el guión oficial que nos suministran los medios de comunicación.
Necesitamos vivir en un entorno ecológico y además de pisar tierra y hacer baño de bosque, necesitamos tener a diario aire puro, agua potable, alimentos biológicos, todo ello en un hábitat saludable y sostenible. Una casa sana, libre de radiaciones, de tóxicos, de alérgenos, de patógenos, y por supuesto con energías renovables ilimitadas.
Y por supuesto, necesitamos recuperar los valores del espíritu, exigimos acceso libre al conocimiento, información sin censura, visión artística, educación para la creatividad… para poder tener un pensamiento libre y poder recuperar el espíritu.
Hoy vemos que la amenaza fascista no ha desaparecido, al contrario crece como alertaba Hessel, y es precisa una resistencia furiosa, como nos pide Sábato y nos plantea la necesidad imperiosa de defender el agua, los bosques, los pájaros y su vuelo…
Quizás debemos tomar conciencia que la felicidad no está en ir de compras a un centro comercial, lo güai no consiste en descargarse la última app del smartphone o llenar de selfies y tonterías las redes sociales, ni la libertad es tomar copas a medianoche como nos vende Ayuso.
A pesar del retroceso de las elecciones de Madrid, creo que todos unidos podemos recuperar los Derechos Vitales en comunión con la Madre Tierra, fluyendo con Gaia.
Es obvio que los Derechos Vitales son más esenciales para la vida humana que los Derechos Humanos y los Derechos Constitucionales.
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© Carlos M. Requejo - Domobiotik 2021 - carlos@domobiotik.es
Indignado desde Mayo del 68
Portavoz de Domosalud
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