¿Cuál es la mejor iluminación artificial?
Si decimos que los led son nocivos para
la retina, que las lámparas de ahorro tienen mercurio, que las halógenas emiten
magnetismo e irritan la vista, que las incandescentes nos deprimen, derrochan
energía y además ya no se fabrican… debemos responder a la pregunta del
usuario, entonces… ¿que bombillas uso?
Pretendemos
definir que es una “iluminación saludable”, llamada biológica o biodinámica,
según los criterios biológicos de la Domobiótica, considerando
la bioconstrucción y de acuerdo a las modernas
investigaciones en neurociencia.

La poderosa influencia de la luz en los neurotransmisores cerebrales modifica la atención, el humor y el comportamiento y afecta a la seguridad y el rendimiento laboral. En otoño-invierno la progresiva falta de la luz natural del sol induce en muchas personas la depresión invernal. En bioconstrucción decimos que la referencia es la naturaleza. Es evidente que la única iluminación plenamente saludable es la luz natural, la luz del sol. Todas las opciones de iluminación artificial tienen puntos débiles, y por lo tanto algunos efectos secundarios no deseados.
Según las investigaciones en neurociencia la
iluminación biológica es uno de los factores
micro-ambientales más significativos del confort y la salud en espacios
interiores. La luz ejerce una poderosa influencia en la
seguridad y el rendimiento laboral, pues a través de la glándula pineal y el hipotálamo activa los
neurotransmisores cerebrales, modifica la atención, el humor y el
comportamiento humano. La arquitectura de la luz afecta al rendimiento laboral
y la salud humana, creando ambientes sanos y optimistas.
La iluminación más saludable es la luz solar, el sol ilumina nuestras vidas, pues nuestros sistemas biológicos están adaptados evolutivamente a la luz emitida por el sol, que es un factor esencial para nuestra salud. Sin embargo, vivimos desconectados de la hora solar, olvidando que el sol es el reloj natural. El movimiento aparente del sol marca las horas, y es el ritmo de la luz diurna el que condiciona los ritmos biológicos de lo seres vivos, los llamados biorritmos circadianos, que se desarrollan alrededor de las 24 horas del día. La apertura y cierre de los girasoles y el canto del gallo, como la temperatura basal o la secreción biliar y otros muchos ritmos biológicos, siguen máximos y mínimos de acuerdo al ciclo solar.
En los países desarrollados los habitantes de las ciudades pasamos más del 80% de nuestro tiempo en entornos cerrados, casa, transporte o trabajo, unos recintos opacos, con poca o ninguna la luz solar. Consecuentemente, trastornos del sueño, cansancio crónico y depresión son patologías crecientes. La óptica conoce hace tiempo que la luz nos afecta, por ejemplo condiciona la agudeza visual y la percepción de los colores. También sabemos que la luz del sol es antianémica, bacteriostática, mejora el sistema inmunitario y es la única fuente de vitamina D, favorece el crecimiento de los niños, pues la radiación ultravioleta (UVA) previene el raquitismo y la osteoporosis.
La iluminación más saludable es la luz solar, el sol ilumina nuestras vidas, pues nuestros sistemas biológicos están adaptados evolutivamente a la luz emitida por el sol, que es un factor esencial para nuestra salud. Sin embargo, vivimos desconectados de la hora solar, olvidando que el sol es el reloj natural. El movimiento aparente del sol marca las horas, y es el ritmo de la luz diurna el que condiciona los ritmos biológicos de lo seres vivos, los llamados biorritmos circadianos, que se desarrollan alrededor de las 24 horas del día. La apertura y cierre de los girasoles y el canto del gallo, como la temperatura basal o la secreción biliar y otros muchos ritmos biológicos, siguen máximos y mínimos de acuerdo al ciclo solar.
En los países desarrollados los habitantes de las ciudades pasamos más del 80% de nuestro tiempo en entornos cerrados, casa, transporte o trabajo, unos recintos opacos, con poca o ninguna la luz solar. Consecuentemente, trastornos del sueño, cansancio crónico y depresión son patologías crecientes. La óptica conoce hace tiempo que la luz nos afecta, por ejemplo condiciona la agudeza visual y la percepción de los colores. También sabemos que la luz del sol es antianémica, bacteriostática, mejora el sistema inmunitario y es la única fuente de vitamina D, favorece el crecimiento de los niños, pues la radiación ultravioleta (UVA) previene el raquitismo y la osteoporosis.
Hoy el estado de la investigación
en neurociencia permite afirmar que la luz es biodinámica, pues
afecta profundamente al sistema endocrino y a través de él a todos los sistemas
biológicos. Especialmente, la ausencia de luz solar influye negativamente sobre
el estado de ánimo y afecta a la capacidad del cerebro para el manejo rápido de
la información. Por tanto la calidad de la iluminación artificial es significativa
para la seguridad y el rendimiento laboral. Por supuesto, esto afecta más a un
grupo de personas que presentan fotofobia, o hipersensibilidad a la luz, muy
frecuente entre los afectados de sensibilidad química y/o electromagnética.
La iluminación usual en entornos de trabajo, mal diseñada, monótona y muy insuficiente, produce falta de atención, pérdida de memoria, desorientación, desánimo, depresión, e incrementa el estrés y la fatiga de la jornada, lo que puede ser causa de accidentes, absentismo laboral y bajo rendimiento físico e intelectual.
La iluminación usual en entornos de trabajo, mal diseñada, monótona y muy insuficiente, produce falta de atención, pérdida de memoria, desorientación, desánimo, depresión, e incrementa el estrés y la fatiga de la jornada, lo que puede ser causa de accidentes, absentismo laboral y bajo rendimiento físico e intelectual.
En
nuestra praxis profesional hemos observado los efectos nocivos de la
iluminación artificial en las personas, y su afectación a la salud, a la
capacidad de estudio y al rendimiento laboral. Evidentemente estos efectos
nocivos son mayores en los sujetos sensibles, niños, ancianos y enfermos
(personas con sistema inmunitario deprimido), y especialmente en los afectados
de hipersensibilidad ambiental.
Los
posibles efectos ópticos van más allá de las molestias visuales, incluyendo
daño retiniano o degeneración macular. Con frecuencia se observan efectos
neurológicos, y a través de la glándula pineal se afecta al sistema hormonal e
inmunitario. Sin embargo, verificamos que en la mayoría de casos las molestias
o trastornos remiten a corto plazo, en contacto con la naturaleza, o tras la
instalación de iluminación biológica.
- La luz (Recuadro)
Llamamos luz a la parte del espectro de radiaciones
electromagnéticas que percibe el ser humano. Comprende la luz infrarroja, que
reconocemos como calor, todo el espectro visible, con los siete colores del
arco iris y los rayos ultravioletas, responsable entre otros efectos benéficos
del bronceado.
Las radiaciones visibles van del
violeta al rojo, con longitudes de onda entre 400 y 700 nanómetros (millonésima
de milímetro), son especialmente percibidas por el ser humano gracias a esos
sensores maravillosos que son los ojos. Nuestra retina es miles de veces más
sensible que los sensores cutáneos, que también responden a las bandas
invisibles de la luz, la luz infrarroja y la ultravioleta, que son esenciales
para la salud.
La sensibilidad a la luz varía de una persona a
otra, algunas personas pueden ser capaces de percibir longitudes de onda desde
380 a 780 nm. En el espectro de frecuencias visibles tenemos una gran capacidad
de discriminación cromática y podemos distinguir unos 10 millones de colores
distintos. El valor máximo de la sensibilidad se encuentra en los 555 nm
correspondiente al color amarillo-verde, el color más abundante en la
naturaleza; el ojo es más sensible a la luz de esta longitud de onda que a
ningún otro color.
- La intensidad de luz
La cantidad de luz se mide en lux, que equivale a un lumen por metro
cuadrado, y expresa la cantidad de luz que incide en una superficie
determinada. Desde el punto de vista de neurológico precisamos una luz
brillante, de intensidad mínima entre 800 y 1000 lux, llamado umbral “brigth
ligth”, que dice a nuestro sistema nervioso que ya es de día y nos despierta el
ánimo. Con la luz intensa nuestro cerebro entra en pleno funcionamiento, sin
necesidad de estímulos químicos como café o tabaco. La fotobiología nos dice
que la percepción de la luz brillante por la glándula pineal, inhibe la
secreción de melatonina, la hormona del sueño, y nos despierta plenamente,
proporcionando al cerebro serotonina, la hormona de la actividad.
Las
normativas calculan la iluminación mínima para permitir la capacidad de
lectura. En los ambientes de trabajo son usuales intensidades desde 100 a 200
lux en pasillos, y 300 a 500 lux en despachos. Niveles de iluminación
insuficientes, desde el punto de vista neurológico, pues no permiten superar la
somnolencia y estar plenamente despierto y alerta mentalmente.
Por
contraste en el exterior encontramos desde 10.000 lux, en un día nublado, y
hasta 150.000 lux, a mediodía en pleno verano. Todos percibimos la inyección de
energía vital que se capta al salir al exterior, o al abrir una ventana, cuando
los rayos solares bañan nuestros ojos y nuestra piel. Inconscientemente, al
tomar el sol buscamos algo más que un bronceado de moda, pues realmente vivimos
en la oscuridad.
En
cuanto a cantidad de luz la Domobiótica aconseja crear una iluminación
regulable con varios niveles de luz, adaptados a las diferentes necesidades de
un espacio, a lo largo del día. Por ejemplo en un salón podemos tener varias
fuentes de luz, una pequeña luz de seguridad de 10 lux, una lámpara cálida para
adormilarse ante la TV de menos de 100 lux, una luz general de ambiente entre
300 y 500 lux, una luz intensa para la relación social entre 500 y 1000 lux, y
si es necesaria una luz brillante de estudio o lectura en el gabinete con más
de 1000 lux. Con todas las lámparas encendidas podremos tener más de 3000 lux,
que es el ambiente ideal para una alegre fiesta de cumpleaños. Debemos señalar
que para conseguir altas intensidades de luz, mayor que 800 lux, no hace falta
instalar más potencia eléctrica. Basta con acercar la fuente de luz al área que
queremos iluminar, como puede ser el escritorio.
Un
aspecto importante es el contraste lumínico del ambiente. Debe evitarse el
entorno monótono, con iluminación excesivamente uniforme, y también un entorno
de trabajo en penumbra y con mucha luz en la mesa, el contraste lumínico máximo
debería ser de 1 a 3. Por ejemplo,
podemos tener 900 lux en la zona más iluminada, sobre la mesa, y 300 lux en la
más oscura.
También
deben evitarse la visión directa de los focos brillantes puntuales, como
lámparas halógenas o diodos Led, para evitar el deslumbramiento y el posible
daño a la vista. En los proyectos domobióticos siempre evitamos instalar puntos
de luz directa (foco) y preferimos la línea de luz (tubo), o la zona de luz,
mediante iluminación difusa o indirecta.
- El color de la luz
Además de la cantidad de luz, también nos
afecta a nivel neurofisiológico el color de la luz, y es evidente que los
colores alegres e intensos nos motivan de manera positiva, levantando el ánimo.
Por el contrario el abuso del blanco en interiores, con ausencia de color, o el
predominio de los colores serios como el negro, gris o marrón en el vestuario,
son síntomas de conducta depresiva. Como nos muestra la investigación de
marketing, el color de la luz afecta a nuestros reflejos, toma de decisiones y
estado de ánimo.
Existe una correspondencia entre
chacras y centros hormonales con los siete colores del arco iris, y sabemos que
el rojo tiene influencia sobre el chacra base y la actividad física y sexual,
mientras que el amarillo activa el tercer chacra en el plexo solar, y por tanto
afecta al humor y a la digestión, mientras que el azul-añil favorece el estudio
y la concentración, al estimular el sexto chacra en el entrecejo.
A efectos terapéuticos la
iluminación y el color de nuestro entorno arquitectónico son los más
influyentes, pues el colorido de techos y paredes y mobiliario, permanece
durante años y nos afecta por su gran superficie. Pero también nos afecta el
color del vestuario, incluso la ropa interior y el abuso de los colores oscuros
y serios, se traduce en pérdida de la alegría, inhibición de la acción y
favorece la conducta depresiva.
Y observemos que todos estos
colores se ven modificados en sus matices por el color de la luz incidente,
natural o artificial, que ilumina los objetos. Basta recordar la imagen del
vendedor de tapicerías que sale a la calle, con la pieza de cretona, para que
su cliente pueda observar los magníficos colores reales, al iluminar la pieza
con la luz del cielo despejado.
En Física el color de la luz se
determina por su longitud de onda medida en nanómetros (1 nm =
1x10-9 m = 1
millonésima de milímetro). No hay límites exactos en el espectro visible, y
convencionalmente se considera desde los 400 nm del rojo hasta los 700 nm del
violeta. En términos de frecuencia,
corresponde a una banda entre 430 y 750 Terahercios (THz = 1 billón de
hercios).
LONGITUD DE ONDA DE LOS COLORES (r)
Rojo 650 nm
Naranja 600
nm
Amarillo 570
nm
Verde 530
nm
Azul 440 nm
Violeta 400
nm
La referencia más usual para el
especialista en iluminación es la temperatura de color, expresada en grados
Kelvin (K). Y podemos encontrar lámparas desde 2.400 K (rojo de atardecer)
hasta más de 10.000 K (azul cielo de alta montaña).
En el mercado existen muchas
lámparas que dicen emitir luz blanca, y en realidad hay muchos tipos de luz más
o menos blanca, con diferentes matices fríos o cálidos. Desde el blanco frío de
6500 K, ligeramente azulado, hasta el blanco cálido de 4500 K, con componente
naranja, pasando por el blanco “luz de día promedio” de 5400 K. Llamamos
lámpara fullspectrum, de espectro
solar completo, a la que emite luz de día estándar de 5.400 K, que
consideraremos la verdadera luz blanca, con un espectro de color similar a la
luz del sol de mediodía, pues en
bioconstrucción tenemos como referencia a la naturaleza.
TEMPERATURA DE COLOR
Ejemplos usuales:
·
1200-1800 K: Luz de una hoguera.
·
1700 K: Luz de una cerilla.
·
1850 K: Luz de vela.
·
2400-2800 K: Luz incandescente (iluminación doméstica).
·
3200-3500 K: Luz halógena (dicroica).
·
3200 K: Luz de tungsteno (iluminación profesional).
·
4000–4500 K: Lámpara de mercurio.
·
5400 K: Luz de día. Flash electrónico. Lámpara Biolux.
·
5780 K: Temperatura de color de la luz del sol pura (mediodía).
·
6500 K: Luz del sol más cielo diurno. Lámpara Biolux.
·
6000-10000 K: Cielo nublado.
·
9300 K: Monitor de televisión convencional (CRT).
·
10000-12000 K: Cielo alta montaña.
·
28000–30000 K: Relámpago.
- Lámparas de espectro solar completo
La
iluminación más usada desde Edison es la lámpara incandescente, las bombillas
de toda la vida. El filamento de tungsteno (wolframio) se pone incandescente al
paso de la corriente y emite una luz cálida, con un espectro cromático
continuo, un perfil de color donde dominan los colores
rojo-naranja-amarillo. Pero la lámpara incandescente es muy ineficiente, la
mayor parte de energía se emite en la zona infrarroja, no visible, en forma de
calor. A nivel óptico el problema es la falta de los tonos de alta frecuencia,
verde, azul y violeta. Son incandescentes tanto las clásicas lámparas estándar,
como las modernas lámparas dicroicas y halógenas.
No vamos
a considerar aquí las lámparas de descarga, vapor de mercurio, sodio y
halogenuros metálicos, que mejoran el rendimiento luminoso, pues su uso es más
frecuente en el alumbrado público y ambientes industriales.
Por otra parte, la luz fluorescente
normalmente usada, emite una luz fría, con un perfil discontinuo de dominante
verde-azulada, es deficiente en las franjas azul-violeta y naranja-rojo. El uso
de tubos fluorescentes está muy extendido por el ahorro energético, y el predominio
de las baterías fluorescentes en ambientes de trabajo es unas de las patologías
del edificio enfermo. Existen fluorescentes de diversas tonalidades,
blanco frío, blanco cálido, blanco de luxe, que mejoran el impacto visual, pero
no poseen un espectro de color completo.
Por el contrario las modernas lámparas
fluorescentes de espectro solar completo, llamadas fullspectrum,
producen una iluminación de blanco puro, con todos los colores arco iris, con
un magnífico rendimiento energético (clase A-B). También tenemos lámparas
halógenas de espectro completo, pero su alto precio y su bajo rendimiento
energético aconsejan reservarlas para usos especiales.
Decimos fullspectrum cuanto la fuente de luz
emite la radiación visible de modo continuo en todas las frecuencias del
espectro solar, incluida la ultravioleta (UVA), y en la misma proporción que la
luz del sol. La luz fullspectrum es similar a la luz del sol, y permite
apreciar la verdadera tonalidad de los colores. Esto es de importancia en el
mundo textil, imprenta, fotografía o en el ámbito clínico, donde se necesita
una correcta estimación del color.
La luz fullspectrum es vital para el cultivo
en interiores, pues permite la fotosíntesis, favoreciendo la germinación y el
crecimiento de nuestras plantas cuando no hay sol. También es ideal para los
terrarios, permitiendo que nuestras mascotas crezcan fuertes y sanas. Pero la
luz de espectro total también es necesaria para nuestra salud mental y para que
nuestros sistemas endocrino e inmunitario funcionen a pleno rendimiento.
- La vida a través de un cristal (Recuadro)
Encerrados
tras las ventanas, muchas veces estancas, nos falta el contacto con la luz del
sol y el aire libre, al otro lado de vidrios que filtran el ultravioleta
necesario para la salud. Esto se
debe a que el vidrio común, por su alto contenido en hierro, no permite el paso
de las frecuencias UVA. Podemos reconocer un vidrio de alto contenido en hierro
por su canto de color verde. De igual modo los vidrios de las gafas, graduadas
o de sol, también impiden captar la parte ultravioleta del espectro solar. Y
recordemos que los rayos UVA, que recibimos al tomar el sol, son la única
fuente de vitamina D. Para no vivir aislados de la luz ultravioleta podemos
usar vidrios de cuarzo, transparentes a los rayos UVA.
- El ciclo del sol y los neurotransmisores
En la naturaleza el ciclo circadiano de la luz,
noche-día, produce una estimulación cíclica de los neurotransmisores, los
mensajeros de la información entre neuronas. Nuestro reloj biológico responde al
ciclo lumínico de la luz del sol, el reloj natural. A través de los ojos y la
glándula pineal la luz diurna favorece la producción de serotonina y dopamina,
que activan la atención, estimulan la actividad, y nos hacen sentirnos
despiertos y en forma. Por el contrario en ausencia de estímulos luminosos, por
ejemplo al atardecer, aumenta la melatonina, un proceso natural que induce el
sueño.
La falta del ritmo luminoso natural del sol,
altera el ciclo melatonina-serotonina, lo que causa somnolencia matinal e
insomnio de noche. El 30% de la población mundial, la mayoría en los países desarrollados, sufre de
insomnio crónico. En los ambientes cerrados, la iluminación artificial escasa y
de intensidad constante, monótona, nos aísla de los ciclos, estacionales y
diurnos, de la luz solar biodinámica, causando una ausencia de estimulación
fotobiológica.
Debemos señalar que la glándula pineal
regula el sistema hormonal e inmunitario, por lo que tiene mucha importancia
para levantar las defensas frente a gripe y resfriados en el invierno. La falta
de luz biológica puede favorecer la incidencia de patologías como el síndrome
premenstrual, la infertilidad, o la inapetencia sexual. También se han
relacionado los bajos niveles de melatonina con el cáncer. Diversos estudios
confirman el riesgo de tener cáncer de mama, que es un 50% mayor en mujeres que
trabajan de noche. Esta es la “hipótesis de la melatonina”, pues la iluminación
artificial durante las horas de oscuridad inhibe la producción de melatonina,
poderoso antioxidante bien conocido por su poder frente a los radicales libres.
- Trastorno
afectivo estacional.
La cantidad de luz nos afecta como nos muestra el
trastorno afectivo estacional (TAE),
o depresión invernal, descrito por el Dr. Rosenthal en 1981, aunque la
influencia de las estaciones ya era conocida por Hipócrates. La reducción de las horas de luz solar al comienzo del otoño, casi como una hibernación, nos induce a encerrarnos en espacios seguros y
calientes, pero demasiado cerrados y oscuros.
Esto crea un cuadro depresivo que afecta a la conducta y el estado de
ánimo, y reduce la capacidad física e intelectual. Los síntomas del TAE son
tristeza, apatía, melancolía,
irritabilidad, exceso de apetito, con sueño inquieto y no reparador, y como
todo cuadro depresivo, lleva a una disminución significativa de la capacidad
física e intelectual, con pérdida de defensas inmunitarias, cansancio crónico y
desgana generalizada, lo que puede causar alteración de las relaciones
socio-laborales, pérdida de rendimiento laboral, absentismo… Incluso puede
aumentar la tendencia al alcoholismo, o inducir al suicidio, todo ello a causa
de la escasa luz solar.
A nivel mundial la depresión invernal afecta
a más del 5% de la población mundial, la incidencia es mayor en mujeres y en el
grupo de edad de 20 a 40 años, la edad más productiva. El porcentaje crece en
los países occidentales, y en Suecia supera el 10%. No tenemos estadísticas
nacionales, pero entre nuestros clientes encontramos una afectación del TAE de
cerca del 20% de la muestra de población, casi una persona por familia. Muchos
de ellos sufren también alguna forma de hipersensibilidad ambiental, sea
química, eléctrica o magnética.
En invierno hay menos luz natural y además,
debido al frío, pasamos más tiempo dentro de las casas donde apenas entra el
sol, lo que se agrava en las latitudes septentrionales, con menos horas de sol.
Por el contrario, con el buen tiempo salimos más a la naturaleza y la intensa
luz solar en primavera y verano favorece la actividad y el optimismo.
Literalmente comemos luz a través de los ojos y de la piel, y necesitamos la
plena luz del sol para vivir sanos, ya que la alternancia noche-día, estimula
los neurotransmisores cerebrales.
-
Terapia con luz
La solución es sencilla, necesitamos fototerapia,
pues existen investigaciones científicas que muestra que la terapia con luz es
la primera opción en el tratamiento de los síntomas depresivos del TAE. Se ha
comprobado que la exposición con luz es más eficaz por la mañana, en la gran
mayoría de sujetos. Debe ser luz de gran intensidad, mayor que 6000 lux, y hay
mejor respuesta si la luz tiene un fuerte componente azul, como la luz del
cielo.
Basta tomar el sol cada mañana,
para sincronizar los biorritmos cerebrales y levantar el ánimo depresivo, pues
la luz del sol cumple todos los parámetros exigidos. El TAE se previene y se cura con un baño de sol
matinal de al menos 15 minutos, o una sesión de fototerapia durante el
desayuno, unos 30 minutos, con una lámpara de espectro total de 10.000 lux. En casos crónicos podemos hacer fototerapia en la mesa de trabajo,
comenzando al inicio del otoño con sesiones diarias de 30 a 60 minutos de luz
ante una lámpara fullspectrum, que estimula los neurotransmisores cerebrales y
regula los biorritmos, combatiendo la apatía matinal y la depresión.
Antes de saturarnos de Prozac o
de Hipérico, es preferible abrir nuestras ventanas al sol, usando la “arquitectura de la luz”. Lo
ideal sería realizar toda la iluminación con luz solar, pues el color del sol es preciso durante el día para que la
mente, las emociones, el sistema endocrino y el sistema inmunitario funcionen a
pleno rendimiento. Cuando no es posible, la
Domobiótica nos ofrece medios para prevenir esa depresión bipolar que se
reactiva cada invierno, equipando iluminación biológica en los espacios
interiores. Si no disponemos de bastante sol dentro de la casa podemos
diseñar la iluminación artificial con criterios fotobiológicos, con las
modernas lámparas fullspectrum, que además del ahorro energético, producen una
iluminación biológica, con todos los colores del arco iris.
El TAE se relaciona con la reducción de horas de luz
en los meses fríos, pero las personas que trabajan muchas horas en oficinas sin
luz natural, pueden presentar el mismo cuadro depresivo durante todo el año.
Una alteración de los biorritmos circadianos que se resuelve instalando
luminarias fullspectrum, o mejor con dos semanas de
acampada en plena naturaleza, el sol y la luna pondrían en hora nuestro reloj
interno.
- Investigación
en Neurociencia. (Recuadro)
La lámpara de espectro total es desarrollada por el
Dr. Ott. Durante un estudio realizado para Walt Disney observó que las semillas
de calabaza no germinaban bajo la luz fluorescente de los estudios. A partir de
aquí creó una lámpara de espectro total, con emisión de colores naranja y azul,
que permitía la germinación de las semillas.
Los estudios del Dr. Riley
confirman que el uso de luz y filtros de color a través de los ojos, permite un
mayor control del cerebro sobre las funciones corporales, debido a que no todas
las personas procesan la luz de la misma manera.
La luz de espectro total
tiene un efecto preventivo y
terapéutico para el trastorno afectivo estacional, TAE, y normaliza los
ritmos de la melatonina, alterados en este tipo de depresión. Diversos
investigadores han sugerido efectos beneficiosos de la terapia con luz en
las depresiones sin patrón estacional, como la depresión pre y post parto.
También esta indicada en los trastornos del ritmo circadiano del sueño,
incluyendo el tipo de sueño retrasado, el jet-lag y los producidos por
el cambio de turno laboral.
Investigaciones llevadas a
cabo, desde 1970 por neurocientíficos, confirman que un mejor aprovechamiento
de la luz en la zona del azul-violeta y del naranja-rojo. Los estímulos con luz
de espectro total y filtros de color permiten una mejora de la agudeza visual
de lejos, con menos dioptrías en el 95% de los casos, así como un mejor control
del ciclo de activación alfa, con mejora del proceso cognitivo-perceptual, logrando un mayor rendimiento académico y laboral.
Estas constantes psicobiológicas, como la
capacidad de alerta y atención, se pueden evaluar cuantitativamente mediante
test visuales, no invasivos, determinando el rendimiento laboral de una
persona.
-
Iluminación biodinámica.
Llamamos iluminación "biodinámica” a
la luz que produce un estímulo neurofisiológico similar a la luz del sol. Según la Domobiótica la
arquitectura de la luz debe considerar por tanto el ciclo diurno y estacional,
ajustando la cantidad y calidad de luz y el uso consciente del color, con
criterios de cromoterapia para cada espacio.
La referencia es el ciclo diurno de la luz
del sol, que cambia de color e intensidad a lo largo del día, siguiendo el
ciclo circadiano. Necesitamos un luz fría (azul) e intensa para despertar el
cerebro a primera hora de la mañana, y necesitamos una luz cálida (naranja) y
suave para inducir el sueño al final del día. También debemos considerar las
variaciones estacionales, pues necesitaremos más la fototerapia en otoño e
invierno, cuando hay pocas horas de luz solar, y estamos más tiempo encerrados
en casa. El sol nos marca también el tiempo, es el reloj natural, y su posición
en el cielo nos da además orientación en el espacio, señalando los puntos
cardinales.
ACTIVIDAD / TEMPERATURA COLOR / LUMINANCIA
Actividad intelectual: >6500 K Sol+cielo >800 lux
Actividad social: 5400 K Sol
mediodía >500 lux
Actividad física: 4000 K Sol tarde >300
lux
Relax, descanso: <2800 k="" span=""> Anochecer <100 lux="" span="">
Sueño: 0 K Noche <1 lux="" span="">
- Magnetismo, parpadeo y estrés
Muchas de las luminarias habituales
trabajan en bajo voltaje, como los Led o las halógenas, por lo que requieren el
uso de transformadores rectificadores que producen corriente continua de 12 V a
partir de la corriente alterna de 220 V. Esto genera un campo electromagnético que es muy intenso cerca de la lámpara, y
que aconseja una distancia de seguridad al usuario.
Las
lámparas fluorescentes usuales tienen una frecuencia de parpadeo de 50
Hz, una variación de la intensidad luminosa inducida por la corriente alterna,
que al igual que las pantallas de televisión y ordenadores, impacta 50
veces por segundo sobre nuestra retina. Esta pulsación luminosa induce ondas cerebrales de estrés
(ondas Gamma >25 Hz), además de cansancio físico, cefaleas y fatiga visual.
El estrés causa una excesiva secreción de cortisol en el cerebro, matando
millones de neuronas.
Además
las reactancias, o balastos, como los transformadores, alimentadores y otros
equipos electrónicos, producen interferencias radioeléctricas (dirty
electricity), un ruido electrónico que altera las telecomunicaciones, y puede
afectar a los equipos de sonido y sistemas informáticos, esta electricidad
sucia es la causa de una importante contaminación electromagnética, llamada elektrosmog,
que afecta a la salud.
Las modernas reactancias
electrónicas de alta frecuencia, que vibran a 20.000 Hz, eliminan la fatiga
visual y el estrés al evitar el parpadeo del tubo, ya que el revestimiento de
fósforo no llega a apagarse completamente. Además producen un encendido
instantáneo, al prescindir de cebadores y condensadores, ahorran energía,
alargan la vida de los tubos y minimizan el elektrosmog.
Como medida preventiva para evitar el magnetismo, debemos
respetar una distancia de seguridad a todos los transformadores y reactancias,
al menos de 50 cm, y mejor un metro, sobre todo en dormitorios. Esto excluye el
uso de bombillas de ahorro energético con rosca en los flexos, la mesilla de
noche, y todas las lámparas cercanas al usuario, dado que llevan la reactancia
en el casquillo, y esto produce un intenso campo magnético cerca de la cabeza.
Debe preocuparnos también prevenir
el campo eléctrico que generan todas las lámparas, incluso apagadas, siempre
que estén conectadas a la red eléctrica. Este puede minimizarse derivando el
equipo a una toma de tierra, para lo cual hemos de instalar el cable de tres
hilos (fase, neutro, tierra), pues la mayoría de lámparas de pié o de sobremesa
no lo tiene instalado.
-
Comparativa de lámparas
Para el usuario es difícil valorar las ventajas e
inconvenientes de cada opción de iluminación, es preciso ser un experto para verificar las fichas técnicas de lámparas
según la Domobiótica, pues es enorme la oferta de lámparas
incandescentes, halógenas, fluorescentes, compactas ahorro, fullspectrum, led…
En la publicidad todas nos ponen en letra grande sus ventajas, pero esconden en
la letra pequeña, u omiten completamente, los inconvenientes.
Vamos a tratar de responder a la pregunta
del inicio, entonces… ¿que bombillas uso?
Para poder valorar una fuente de luz
debemos considerar los aspectos ecológicos, económicos, energéticos y
electromagnéticos, sin olvidar
el ciclo de vida (materias primas, reciclado, residuos, etc.). Pero hay que considerar otros aspectos, como los
efectos ópticos y cromáticos de la luz, la parte visible del espectro
electromagnético.
Recuadro /
tabla
LÁMPARAS NO RECOMENDADAS
INCANDESCENTE.
Prohibida / Ilegal 2009.
Etiquetado energético de clase E-F (muy malo).
Máximo derroche energético. Rendimiento lumínico 12
-18 lm/W.
Escasa duración, vida útil <1000 h.="" span="">
Espectro luz continuo. Perfil cromático pobre (falta
verde-azul-violeta). 2400 K.
HALÓGENA 12
V. No recomendada.
Etiquetado energético de clase C-D (malo).
Derroche energético. Rendimiento lumínico 18-22 lm/W.
Escasa duración, vida útil 2000-4000 h.
Espectro luz continuo. Perfil cromático insuficiente
(falta azul-violeta).
Foco puntual (50 mm). Agresión visual (retina).
Intenso campo electromagnético,
transformador-rectificador (230V-12V).
FLUORESCENTE
CONVENCIONAL. No recomendado.
Etiquetado energético de clase B (correcto).
Buen rendimiento energético. Rendimiento lumínico
>50 lm/W.
Buena vida útil 10-12.000 h.
Espectro luz discontinuo. Perfil cromático
insuficiente (falta rojo-azul-violeta).
Intenso campo electromagnético. Parpadeo (50 Hz).
Efecto estroboscópico.
FLUORESCENTE
COMPACTA. No recomendado.
Etiquetado energético de clase B (correcto).
Buen rendimiento energético. Rendimiento lumínico
>40 lm/W.
Buena vida útil 6-8000 h.
Espectro luz discontinuo. Perfil cromático
insuficiente (falta rojo-azul-violeta).
Intenso campo electromagnético. Parpadeo (50 Hz).
Efecto estroboscópico.
DIODOS LED.
No recomendada.
Etiquetado energético de clase A (bueno).
El mejor rendimiento energético. Rendimiento lumínico
80-100 lm/W.
Muy larga vida útil 20-30.000 h. Alto precio.
Intenso campo electromagnético,
transformador-rectificador (230V-12V).
Espectro luz discontinuo. Perfil cromático dañino
(picos monocromáticos).
Foco ultra-puntual (1-3 mm). Grave agresión visual
(retina). Daño neurológico…
LÁMPARAS RECOMENDADAS
FLUORESCENTE
BIOLUX. Lumilux de Luxe. Muy recomendada.
Etiquetado energético de clase A-B (bueno, correcto).
Buen rendimiento energético. Rendimiento lumínico
55-90 lumen/W.
Larga vida útil 20.000 h.
Espectro luz continuo. Mejor perfil cromático.
4000-5400-6500-8000 K.
Balasto electrónico Quicktronik
(20 kHz).
COMPACTA
DULUX L. Lumilux de Luxe. Recomendada.
Etiquetado energético de clase A-B (bueno, correcto).
Buen rendimiento energético. Rendimiento lumínico
70-100 lumen/W.
Larga vida útil 20.000 h.
Espectro luz continuo. Perfil cromático correcto.
2700-4000-6500 K.
Lámparas PL, 2/4 pins (sin rosca). Con reactancia
electrónica separada.
Como hemos visto la lámpara perfecta no existe, unas
derrochan energía, muchas tienen déficit cromático, otras generan contaminación
electromagnética, algunas son muy caras, y la mayoría generan residuos tóxicos
más o menos peligrosos.
La mejor opción desde el punto de vista
lumínico es la Biolux, pues proporciona luz de espectro completo a bajo coste,
pero también tiene sus limitaciones. Su rendimiento es alto, pero inferior a
los Led, y por ser fluorescente lleva mercurio, aunque mucho menos que las
antiguas fluorescentes.
Somos conscientes de que la tecnología Led
está en rápido desarrollo, y debemos considerar como una opción los Led
Fullspectrum que se anuncian, y que es de esperar nos proporcionen luz de
espectro completo, a bajo precio, con bajo coste energético y bajo impacto
ambiental. Aunque habrá que esperar desarrollos que eliminen el riesgo del
arsénico y los metales pesados, pueden ser la mejor opción ecológica a medio
plazo por larga vida útil y alto rendimiento energético.
- Impacto
ambiental
Si nos preocupan los residuos tóxicos es evidente que
las lámparas compactas (de ahorro) contienen mercurio y el mercurio es un
tóxico peligroso, pero debe ponerse en su verdadera dimensión. Las lámparas de
ahorro energético son tan peligrosas como los tubos fluorescentes, en realidad
son un pequeño tubo fluorescente (plegado o enrrollado). Por lo tanto debemos
tener precaución si se rompen, evitar el contacto o la inhalación, y tratarlas
como un residuo peligroso. Pero contienen menos mercurio que la mayoría de
tubos fluorescentes, que llevamos usando hace 70 años gracias a General
Electric.
Los Led dicen que no tienen mercurio y es verdad, pero no nos
dicen que contienen arsénico, indio, galio y otros metales pesados tóxicos, con
efectos nocivos para el usuario y para el planeta en todo su ciclo de vida
(minería, metalurgia, fabricación, uso, residuos).
En realidad aplicando un criterio ecológico las
halógenas y las bombillas incandescentes de toda la vida también debería
tratarse como residuos peligrosos, pues el filamento contiene tungsteno, un
metal pesado, hoy reconocido como posible cancerígeno. Como vemos el riesgo
cero no existe, y como decíamos al principio todas las opciones de iluminación tienen puntos débiles y efectos
secundarios no deseados, quizás excepto el sol, tomado con moderación.
- Aplicaciones prácticas
La iluminación biológica es una
eficaz fototerapia, puede substituir a la luz del sol cuando no lo tenemos en
casa, y habitualmente la instalamos en viviendas, lugares de estudio y de
trabajo. De hecho en países nórdicos como Suecia es frecuente ver luminarias
fullspectrum en cafeterías, como el Ljuscafé de Estocolmo (Café de la Luz), que regala a los clientes
3.000 lux mientras desayunan, previniendo el TAE.
En nuestros proyectos de Domobótica el 90%
de personas afectadas encuentra rápidas mejorías a partir de las instalaciones
de iluminación realizadas, el primer factor micro-ambiental que consideramos.
Es notable la recuperación en ejecutivos, pues se incrementa la atención, la
concentración y la memoria, con mejora de la toma de decisiones. En otros casos
la iluminación biológica ha servido para mejorar la atención y el
comportamiento de estudiantes, reduciendo la fatiga del profesorado y subiendo la
nota media del alumnado.
Podría citar muchos casos, por ejemplo en
una compañía de seguros hemos eliminado un absentismo de casi el 30% del
personal, con sencillas intervenciones domobióticas, armonizando los factores
micro-ambientales. Como en muchos otros proyectos, la primera actuación ha sido
instalar iluminación biológica, seguida de la mejora de la calidad del aire y
el apantallado de los campos eléctricos y magnéticos.
Otro caso de recuperación espectacular, es el de una
persona con depresión crónica, más de 10 años tomando Prozac, que recupera el
equilibrio y deja el tratamiento psiquiátrico en tres meses. El primer remedio
ha sido la cromoterapia arquitectónica para curar una casa totalmente blanca,
con el uso del ocre amarillo intenso en las zonas de día, imitando al sol, y un
alegre color rosa-salmón en dormitorios, favoreciendo el despertar alegre. Por
supuesto en toda la casa usamos más luz, y toda ella de calidad biológica
(fullspectrum 5400 ºK).
Eliminar los campos electromagnéticos y
mejorar la calidad de luz ha servido para eliminar en pocos meses el trastorno
de atención con hiperactividad (TDAH) de un joven estudiante. Ha bastado con
sustituir el flexo con bombilla compacta con reactancia incorporada, emitiendo
el campo magnético cerca de la cabeza del niño. En vez de ello usamos una
lámpara de alto rendimiento de bayoneta (tipo PL), que permite tener la
reactancia alejada del niño y emite luz con el perfil de color biológico.
- Arquitectura de la luz.
De acuerdo a la Domobiótica, en el diseño de un
ambiente el arquitecto y el interiorista deben considerar por tanto el ciclo
temporal y la cantidad de luz, la luz biodinámica, valorando estos factores
micro-ambientales de acuerdo al entorno, el paisaje y el clima. Pero también
debe estudiarse la calidad de esa luz, especialmente su color, y además del
contraste y la distribución espacial, de acuerdo a la ergonomía, según las
necesidades del usuario y el uso de cada espacio.
Otro aspecto es la iluminación como elemento
arquitectónico, espectacular o decorativo... Como sabe cualquier director de
teatro, con la luz podemos variar la percepción del espacio en las tres
dimensiones X,Y,Z (ampliar-reducir, acercar-alejar), y cambiar la sensación del
ambiente (dinámico, estático), modificando el estado de ánimo y el
comportamiento de las personas.
La mayor parte de los arquitectos e
interioristas no consideran suficientemente el gran impacto que la luz tiene
sobre la atención, los reflejos y la capacidad productiva. Con frecuencia
nuestros ambientes de trabajo sufren de monotonía luminosa y cromática, por una
iluminación basada en pantallas fluorescentes uniformes. También es frecuente
la contaminación lumínica, por exceso o ausencia de color, por deslumbramiento
de luces directas, en ambientes con contraste de luz excesivo. Todas ellas son
agresiones que hieren la retina y, a través del nervio óptico, impactan en lo
más profundo del cerebro.
La base de una arquitectura sana es abrir la
casa al sol, orientando el edificio al sur, calculando ventanas y claraboyas
para que la luz solar penetre en toda la casa, pues la luz solar es gratuita.
Si esto no es posible la técnica nos ofrece soluciones como los tubos
conductores de luz, que permiten canalizar el sol hacia un espacio oscuro.
Incluso en fachadas orientadas al Norte, donde nunca da el sol, podemos hacer
entrar la luz del sol en casa mediante helióstatos, espejos orientables. Como
los girasoles los helióstatos siguen automáticamente el sol mediante células
fotoeléctricas y lo reflejan al fondo de un patio oscuro, e incluso dentro de
un sótano.
El proyecto luminotécnico debe contemplar el
confort del hábitat con los criterios de calidad ambiental como recomienda la
Domobiótica, con un enfoque multidisciplinar donde consideramos los aspectos
energéticos, visibles e invisibles, que afectan al residente, sea ama de casa,
trabajador o ejecutivo, según las exigencias del trabajo. Por lo tanto el
proyectista al diseñar un espacio de trabajo debe valorar, además de los
aspectos ecológicos, como los residuos o el ahorro energético, los efectos
psicológicos y biológicos de la luz, como nos muestran las investigaciones en
neurociencia y fotobiología.
La intensidad lumínica y la calidad
cromática de un ambiente son factores micro-ambientales muy sensibles que
afectan a clientes y trabajadores. Cualquier escaparatista sabe que la luz
intensa y brillante, estimula el consumo y sube las ventas. Un entorno luminoso
adecuado con luz biodinámica, disfrutando de todos los colores del espectro
solar, levanta el estado de ánimo, favorece la alerta mental y la creatividad,
aumenta las ganas de trabajar, mejora los resultados económicos del negocio y
estimula el buen humor.
© Carlos Martínez Requejo Ene.2014
Arquitecto Interiorista - Director de Domobiotik
Más información: Tel. 93 763 12 19
info@domobiotik.es - www.domobiotik.es
Borrador del artículo publicado en DISCOVERY
SALUD Nº 169 - MAR14
VER = www.dsalud.com/index.php?pagina=sumario_169
Palabras clave:
Espectro total, frecuencia de parpadeo, perfil de
color, retina, glándula pineal, melatonina, estrés, depresión, elektrosmog,
edificio enfermo, atención, seguridad, rendimiento laboral, arquitectura solar,
domobiótica, etc.
NOTAS AL MARGEN
Glosario
SÍNDROME DEL EDIFICIO ENFERMO / SEE. El conjunto de
patologías tecnológicas, especialmente iluminación y calidad del aire, que
concurren en un inmueble y que lo hacen molesto o insalubre para la actividad
humana.
ELEKTROSMOG. Acuñado en Alemania, el concepto de
“Elektrosmog”, define la contaminación invisible producida por los campos
electromagnéticos.
ESPECTRO TOTAL / FULLSPECTRUM. Literalmente, luz de
espectro solar completo, que emite un espectro de radiación continuo que
contiene todos los colores de la luz solar.
FOTOBIOLOGÍA. Rama de la Biología que estudia las
interacciones de la luz y los seres vivos.
FOTOTERAPIA. También llamada
luminoterapia. Terapia mediante la luz natural o artificial. Se puede aplicar
luz visible, infrarrojos, ultravioleta o láser. Si se usa luz solar se denomina
también helioterapia.TAE. Siglas de Trastorno Afectivo Estacional, o Depresión Invernal. Alteración neurofisiológica, similar a la depresión, que se produce en otoño-invierno por falta de luz solar, más grave en personas que habitan en regiones con poca luz, con invierno largo, como las latitudes boreales.
LUX. Unidad de iluminancia, o
nivel iluminación de una superficie, en el Sistema Internacional de Unidades
(SI). 1 lux = 1 lumen por metro cuadrado. Aproximadamente equivale a la luz
producida por una vela.
FRECUENCIA DE PARPADEO. Variación de la intensidad de
la luz, producida por la corriente alterna (50 Hz). Es muy perceptible en los
tubos fluorescentes y en pantallas de visualización, y causa fatiga visual y
efectos neurofisiológicos.
PERFIL DE COLOR. También llamado distribución
espectral, gráfico que representa las frecuencias emitidas por una fuente de
luz.
Bibliografía
- Estrés
de Alta Tensión. Contaminación electromagnética. Carlos M. Requejo. Didaco SA.
1988.
- La Casa
Enferma. Energías telúricas y salud. Carlos M. Requejo. Didaco SA. 1988.
Bibliografía científica
- Hathaway,
Warren E., Ph.D. “A Study Into
the Effects of Types of Light on Children - A Case of Daylight Robbery”.
IRC Internal
Report No. 659.
- Nicklas,
Michael H. and Bailey, Gary B. “Analysis
of Performance of Students in of Daylit Schools”. 2002 Innovative
Design.
- Figueiro, Mariana, Rea, Mark, and
Bullogh, John D. “Does architectural lighting contribute to breast cancer?”
Lighting Research Center, Troy, NY 12180, USA. Journal of Carcinogenesis, 2006;
5: 20-20.
- Fuller
P. “Attention and the EEG alpha
rhythm in learning disabled children” Journal of Learning Disabilities, Vol.
11, No. 5, May 1978, pp. 44-53.
- Ludlum,
W. Visual training, “The alpha activation cycle and reading” Journal American
Optometric Association, Vol. 50, No. 1 January 1979, pp. 111-115.
- Ott. J.
N. “Color and Ligth; Their Effects on Plants, Animals, and People” J. Biuoso
Res. 1985, 7, (part I).
--
Excelente su artículo, sólo que hubiera puesto una mejor cita en el texto, aún así está muy bien. No esperaba encontrar algo así, de tan buena calidad en un blog, muchas gracias por compartirlo. Cabe decir que llegue aquí porque estoy haciendo una tesis sobre la iluminación y sus efectos en la atención selectiva. Saludos (Y)
ResponderEliminarBuen aporte. Graciiias por el connteniddo!
ResponderEliminarHola,
ResponderEliminarMuy buen artículo. Se puede obtener este tipo de iluminación de amplio espectro para una mesa de trabajo, algo tipo flexo o similar?
Muchísimas gracias. Un saludo