Vivir cerca de un aeropuerto enferma a ocho millones de españoles
Las partículas ultrafinas son emitidas a gran altitud pero también durante el despegue y el aterrizaje de los aviones. GETTY IMAGES
Un nuevo estudio de Transport & Environment (T&E), apoyado por Eco-Union, Ecodes y Ecologistas en Acción, advierte que miles de casos de hipertensión, diabetes y demencia en toda Europa pueden estar relacionados con las partículas ultrafinas (UFP) que emite el tráfico aéreo.
El informe analiza el estado de salud de ocho millones de personas que viven en un radio de 20 kilómetros de los cuatro aeropuertos españoles más transitados. Veinte kilómetros en torno al aeropuerto de Barcelona son 2,7 millones de personas las afectadas por la actividad del aeropuerto, un tercio de la población de Cataluña.
Efectos nocivos
Las partículas ultrafinas (UFP) mil veces más pequeñas que un cabello humano, inferiores a 0,1 micras (PM 0,1), penetran profundamente en el cuerpo humano afectando a la sangre, el cerebro y la placenta.
La exposición a partículas ultrafinas está relacionada con el desarrollo de afecciones graves y a largo plazo, con problemas respiratorios, enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y problemas en el embarazo.
Hasta la fecha, no existe ninguna normativa sobre los niveles seguros de UFP en el aire a pesar de que la OMS advirtió hace más de 15 años de que se trataba de un contaminante de preocupación emergente.
Además de las partículas ultrafinas (UFP) que analiza el estudio de T&E, debemos considerar los efectos de los gases derivados de la quema de keroseno, además de dióxido de carbono (CO2), los aviones emiten otros gases, como óxidos de nitrógeno, monóxido de carbono, hidrocarburos, compuestos orgánicos volátiles, carbono negro y dióxido de azufre. Y no se valora suficiente los riesgos del ruido, especialmente los infrasonidos, que afectan durante el ciclo de aterrizaje y despegue, sobre todo a Gavá y Castelldefels.
Medidas preventivas
Reducir el tráfico aéreo, fomentar el transporte en tren, o sustituir el peligroso keroseno de aviación por un combustible más “limpio”, son medidas imprescindibles para mejorar la salud de la población.
Una razón más en contra de la propuesta de ampliación del aeropuerto de El Prat, reforzando la idea de utilizar de modo coordinado los aeropuertos de Girona y Reus, hoy infrautilizados, que pueden funcionar como un solo sistema aeroportuario, aprovechando la conexión con tren de alta velocidad.
A nivel práctico los vecinos de los aeropuertos, especialmente las personas que sufren asma, alergias o sensibilidad química, pueden tomar precauciones controlando la calidad del aire dentro de casa con purificadores de aire, y protegiendo la vivienda del ruido de los aviones con insonorización.
© Carlos Requejo. Domobiotik. Jun.24.
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Nuevo estudio de Transport & Environment (T&E).
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Artículo de referencia
https://www.ecoticias.com/co2/aeropuerto-enfermedades
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